Queridos todos, quisiera compartir con todos ustedes un breve relato de la Jornada vivida hace un par de semanas en Río de Janeiro. Ciertamente este relato no pretende decir todo, pero quizás sirva como expresión de lo más significativo. Espero que lo puedan aprovechar.
Jornada Mundial de la Juventud, o si queremos ser mas breves: JMJ… Esta vez en Río de Janeiro; Brasil. Ciertamente quedará grabada en mi memoria, así como ha quedado grabada mi primera misión diocesana; ambas han sido experiencias que me han hecho sentir más parte de la Iglesia.
Si me pongo a pensar, en mi mente está la Jornada en Colonia (Alemania) en la que participaba nuestro querido Papa Benedicto XVI recientemente elegido como sucesor de Juan Pablo II; también recuerdo algo de la de Sidney (creo que en el 2008), y el Vía Crucis representado en un Barco; y también la JMJ en Madrid a la cual algunos conocidos míos pudieron participar… ¡Cuántas ganas de participar en Madrid! Pero el Señor quería que participara de esta. Y así fue. Se me viene a la mente una conversación en una misión con Paulita Larcher. ¡Misión cumplida Paulita! Cumplimos con nuestra palabra, y dijimos presente en Rio ¿Iremos a Cracovia? Solo Él sabe si participaremos o no, por eso doy gracias por lo vivido, y le pido al Señor por toda la juventud, para que nos de la gracia de la perseverancia en el seguimiento de Jesús.
Julio de 2013, esta era la fecha indicada para nuestra partida a Brasil… Creo que empezamos haciendo lo más importante: celebrando a Jesús en el Altar! Necesitamos de Jesús siempre, por eso a Él nos encomendamos… No quiero detenerme en los detalles del viaje porque sino no terminaría más. Cada uno sabe como se vivió… Andrés, nuestro guía, nos advirtió sobre la convivencia, y ciertamente viajar tantos días nos permitió convivir y compartir muchas cosas como grupo. ¡Dios bendiga a este grupo!
24 de Julio. Temprano nos reunimos para dirigirnos a la Parroquia “San Mateo” para las catequesis que durante tres días tendremos. Las catequesis, es un espacio muy importante dentro de la Jornada, ya que allí tenemos la oportunidad de formarnos y reflexionar sobre temas de gran interés que ayudan al crecimiento y madurez espiritual del Joven. El primer catequista es un Obispo que reside en Roma pero que ha nacido en la Argentina. Nos habló sobre el ser enviado y contestó algunas preguntas que le hicieron. Terminamos este espacio con la celebración de la Santa Misa. El Evangelio de ese día nos habla de la alabanza que Jesús eleva al Padre por haberse revelado a los sencillos… Por lo que viviremos en las próximas horas, podríamos decir que es un anticipo esta alabanza de Jesús. Nos vamos a Carioca… Nos vamos a Carioca… A pesar de que el cielo está más gris, y que la lluvia sigue cayendo, llegamos a Carioca. Empezamos a vivir más intensamente la JMJ… Muchos están haciendo lo mismo que nosotros: pasearse en medio de la lluvia. La alegría nos desborda. “¡Ésta es la juventud del Papa!”; “¡Ésta es la juventud de Cristo!”…
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Después del almuerzo nos dirigimos a la Catedral. Allí hay miles y miles de jóvenes que como nosotros, buscaron un techo donde refugiarse del agua. Sabemos que el jueves el Papa Francisco se quiere reunir con los argentinos… “Tendremos que venir muy temprano si queremos entrar” era la idea que me daba vuelta por la cabeza… Los que estuvieron conmigo esa tarde/noche, saben lo que sucedió y como las cosas se fueron dando… Avisamos a la gente de “Nuestra Señora de la Gloria” que no volveríamos a dormir. Si! Habíamos decidido pasar toda la noche haciendo la fila para entrar a ver al Santo Padre. Eran aproximadamente las 21:30 hs. La primera información que nos llegaba era esta: no se podía entrar con mochilas. Y comenzó la aventura. Teníamos que esperar más de 14 horas y la lluvia seguía diciendo “presente”. Otros argentinos también habían decidido emprender esta locura, y a lo largo de la noche se iban sumando grupos de 20, 30 y hasta 50 personas… Describir todo lo que hicimos prolongaría demasiado este relato. El hecho está en que las horas se pasaron; quizás más lentas que lo habitual, pero supimos esperar y no desesperar, aunque la tentación de desistir quizás a muchos se nos vino a la cabeza. Amanecía pero no podíamos vislumbrar el sol porque las nubes se habían adueñado de todo el cielo. Ya era Jueves 25 de Julio, fiesta del apóstol Santiago. Cada vez más y más argentinos se sumaban a la gran fila que por esa hora ya tenía algunas cuadras. Tampoco faltaron aquellos que se quisieron colar y lo hicieron. Sólo Dios lo sabe… Nuestra aventura estaba llegando a su fin. En unos minutos nos abrirían las puertas para ingresar. Parecía que el reloj se había detendio y que el Señor quería multiplicar su bendición con el doble de la lluvia. “Ya lo teníamos”… La juventud de Cruz del Eje decía presente entre miles de Argentinos! Canal 12, Cadena 3, nos permitieron brindar un mensaje a nuestras queridas familias. Ingresamos a la inmensa Catedral de San Sebastián que nos había acogido unas horas antes. Esta vez estaba preparada con vallas que aseguraban una mejor organización. Estábamos adentro junto con tantos otros que se habían animado a sacrificar el sueño y la comodidad para poder entrar a ver al Papa. Y el momento llegó! El Santo Padre ingresaba a la Catedral. Nos dijeron que teníamos que estar sentados, pero como buenos argentinos, permanecimos de pie y eufóricos! Personalmente, no logré verlo sino hasta que subió al Altar y saludó a todos. Era nuestro Papa Francisco! Aquel que el 16 de Marzo me hizo conmover hasta las lágrimas! ¿Qué decir de ese momento? ![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrJSqDdaJYiWIL1XXxHa44dvtqnrDdYjmL3akYkZyMsBsnHUHKQ-Sa4se810UaCCDb9lUasTr5rn1DLU6PKg-3QYEWRlbtF1U6MKUoMSpii2a00oQzuc2HmpVkQQh1UAXzfyGqWhsYeeY/s1600/san+sebastian.jpg)
El que estuvo ahí lo sabe. Queríamos escucharlo, tocarlo, y decirle tantas cosas! Monseñor Arancedo lo presentó y el Papa desde el ambón nos dirigió un breve mensaje… “Hacer lío”; “Cuidar los extremos de la vida”; “No licuar la fe”… Ciertamente no nos olvidaremos más de esas palabras… Ahora pienso que fue muy poco el tiempo que estuvimos allí adentro en comparación con el tiempo que estuvimos afuera esperando, pero no nos importó y no me importa haber estado todo ese tiempo afuera. Cuando las metas que nos proponemos requieren de mucho esfuerzo, es porque esas metas verdaderamente valen, y yo creo que así lo fue…![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwTBc9mZ0PPbLvWVCNWdFN4OwhpMjCwI7FLlzhyphenhyphenJzjfDjkS2cBX7AX-SVrr5gQOsd2qE5wUT9TsErsZPfDMZqNRzm3CGuE4xBksXhaevtYpeSvNB5tW7VPLLDgyBwhuKymqKSUSn4-OMA/s320/mons+con+francisco.jpg)
Valió la pena la desición que tomamos el miércoles a la tarde de permanecer esperando la llegada del Papa. Habíamos estado en el encuentro de los argentinos con el Papa! Cruz del Eje, ¡presente! En la JMJ.
El cuerpo nos reclamaba un descanso, y la lluvia también quiso tomarse el suyo… Regresamos a la Parroquia “Nuestra Señora de la Gloria” y después de celebrar la Santa Misa nos fuimos a descansar… estábamos cansados pero con el corazón lleno de gratitud… 26 de Julio. Otra vez teníamos que participar de las catequesis en “San Mateo”. Costó arrancar, pero lo hicimos. Esta vez, Mons. Bochatei, obispo auxiliar de la Plata, nos compartiría su catequesis que fue aplaudida de pie. Luego de la celebración de la Santa Misa nos dirigimos a la playa de Copacabana. Por la tarde tendría lugar el “Vía Crucis”. Yo no conocía el mar, y la verdad que es magnífico. ¿Quién sino Dios pudo haber sido el creador de tan gran maravilla? En la liturgia de las horas hay un salmo que dice: “Rios y Mares, bendecid al Señor”. Cada vez que lo vuelva a rezar se me vendrá a la mente el recuerdo de semejante inmensidad. Los helicópteros nos anunciaban que el Santo Padre estaba muy cerca de la Playa. Lo vimos pasar muy rápidamente por la calle preparada para él, y luego por la pantalla gigante. Rezamos el Vía crucis que seguimos desde nuestros libritos litúrgicos. Luego emprendimos nuestro regreso a nuestros hogares. Otro día más en la JMJ. Jóvenes de todo el mundo nos habíamos unido en la oración y meditación del camino de la cruz realizado por Jesús para nuestra salvación. La diversidad de lenguas y culturas encontraban su punto de unión en la cruz del salvación.
27 de Julio. Peregrinación a pie hacia la playa de Copacabana, en donde a la noche va a comenzar la tradicional vigilia con el Santo Padre. Mi día comenzó muy temprano. Junto con los sacerdotes que nos acompañaban participamos de la Misa que el Papa concelebró con todos los obispos en la Catedral. Dios me regalaba la posibilidad de estar cerquita del Santo Padre y de poder participar de una celebración presidida por él. Fue hermoso poder estar allí. Tal como le dije a varios, los llevaba en mi corazón y en mis intenciones… Al finalizar la Santa Misa me acerqué lo más que pude a la valla para ver si lo podía saludar. El Papa tuvo la delicadeza de detenerse en el camino a saludar. “Padre Jorge! Acá!” gritaba un Padre de Buenos Aires que estaba cerca nuestro… Cuando se acercó a saludarlo pensé que seguiría haciéndolo con los que estaban al lado, pero emprendió de nuevo rumbo hacia la salida del Templo… Estuve muy cerca, pero no pude saludarlo. Igual doy las gracias a Dios. Hacia el mediodía nos reunimos con Monseñor Santiago con quien compartimos toda la alegría de lo que estábamos viviendo… Luego emprendimos la marcha hacia Copacabana para reunirnos nuevamente con la delegación de Cruz del Eje. Faltaban 9 Km… eran casi las dos de la tarde… Teníamos que detenernos a buscar la comida para la vigilia y seguir nuestro peregrinar. Algo que me impacta siempre es la imagen del camino. Nosotros somos caminantes, peregrinos que nos dirigimos hacia la casa del Padre. Dios me ha permitido poder hacer varias peregrinaciones durante estos años y siempre me ha enseñado o recordado algo… En este caso me recordó que “la carga compartida es mas liviana” ¿de qué carga hablo?. Las cajas de comida eran pesadas, y vi a muchos grupos que buscaban la forma de ayudarse para poder seguir hacia la meta. ¡Cuánto necesitamos de los demás en nuestra vida! Ojalá que el Señor nos conceda siempre la gracia de recurrir a los demás, sobre todo en lo momentos de dificultad y también de estar atentos a las necesidades de mi prójimo. Entrar al túnel y escuchar: “¡Ésta es la juventud del Papa!” fue emocionante! Teníamos aún mucho que recorrer y el cansancio era mucho, pero sacábamos fuerzas de donde no teníamos! ¡Ésta es la Juventud de Jesús! ¡Estos son los jóvenes que se han animado a seguir sus caminos! Gracias Señor por permitirme tener esta experiencia durante estos días. Hacia las siete de la tarde llegamos a la Playa. Teníamos que esperar que el Papa cruzara por la calle para que las vallas nos dieran paso hacia donde estaba nuestro grupo. Luego que el Santo Padre pasó, pudimos reencontrarnos con el grupo de la diócesis que estaba distribuído en dos partes en la playa. ¡Qué alegría reencontrarnos! En unos instantes más comenzaría la Vigilia. Miles y miles invadieron la playa. Nunca había visto tanta gente. Un último pensamiento respecto a la Vigilia… Dicen que éramos alrededor de 3 millones de personas, pero lo más hermoso fue el silencio que se produjo cuando el Papa nos invitó a reflexionar en silencio frente a Jesús sacramentado que veíamos por la pantalla. TODA LA PLAYA GUARDÓ SILENCIO… Sólo se escuchaban las olas del mar y el ruido del helicóptero que volaba a lo lejos. Eso me dejó maravillado.
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Ahora pienso que toda la juventud se calló ante el dueño de toda la tierra. ¿Cómo no hacer un momento de silencio para conversar con Él? Luego el Papa nos bendijo y se despidió hasta el día siguiente en donde volvería a celebrarnos la Misa de cierre de la Jornada.
28 de Julio. La Jornada empezó muy temprano. A lo lejos, algunos esperaban vislumbrar el amanecer. Todas las mañanas, en el rezo de la laudes, recordamos que Jesús es el Sol que nace de lo alto para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. Creo que Dios nos regaló un hermoso día; que con su luz quiso iluminar a toda la playa y a todos los que seguían la JMJ por otros medios. Otra vez el Santo Padre cruzó la calle preparada para él y nos dispusimos a comenzar la Santa Misa. TODOS TENEMOS LA MISMA CAMISETA! LA CAMISETA DE JESÚS DE NAZARET! Él nos había convocado y ahora nos enviaba. Tenemos el mandato de salir y anunciar la Buena Noticia de Jesús, y de hacer que otros sean sus discípulos. Qué lindo recibir Buenas Noticias. Ojalá que siempre dispongamos el corazón para acoger las Palabras del Señor y habiéndolas recibido, se las anunciemos a los demás. Finalmente, quiero darles las gracias a todos los que hicieron posible este viaje. Dios sabe quienes han sido aquellos que silenciosamente han colaborado para que nosotros podamos participar. Dios no se deja ganar en generosidad, y Él recompensará con el ciento por uno a todos los que nos ayudaron a viajar a la JMJ en Rio. Gracias a todo el grupo que se portó de diez! Lo perfecto es enemigo de lo bueno… lo digo porque si uno se pone a pensar ahora, seguro que se dirá: “podríamos haber hecho esto, podríamos haber hecho esto otro”… Todo fue hermoso, y cada uno hizo su aporte, y si nos quedamos con ganas de hacer otras cosas, Cracovia nos espera. Que el Señor nos siga bendiciendo y ayudando en nuestro camino de discípulos y misioneros de Jesús. Ojalá que la gran mayoría diga presente en las misiones diocesanas 2014. Muchos están esperando la Buena Noticia de Jesús. Seguimos caminando de la mano de Jesús, de María y de nuestro querido Cura Brochero. Que el ejemplo de su vida nos renueve a todos en nuestro deseo de ser santos.